Marruecos ha reconocido oficialmente la veracidad de los documentos sensibles filtrados por la cuenta de twitter Cris_coleman24 que desvelan los secretos de la diplomacia y los servicios secretos militares marroquíes en cuanto al conflicto del Sahara. Rabat acusa a Argelia de estar detrás de esta operación de espionaje de gran envergadura.
Desde principios de octubre pasado, una persona que se presenta como defensor del pueblo saharaui publica diariamente en Twitter documentos sensibles de la diplomacia marroquí y también del servicio secreto militar DGED. Por el momento, marruecos no logró impedir la publicación de estos documentos.
Los documentos consisten en la correspondencia, en su mayoría con el sello de Confidencial, entre los embajadores marroquíes entre ellos de Madrid y el ministerio de exteriores en Rabat. Además de informes de expertos del ministerio que analizan la situación del Sahara a nivel internacional. Pero también hay documentos del servicio secreto militar que reflejan los planes de Marruecos en cuanto a la creación de lobbies en países como Francia y sobre todo en los EE.UU. varios nombres de periodistas franceses y estadounidenses son citados en los documentos y los correos.
Algunos medios de comunicación en Marruecos abordan el tema desde octubre pasado, pero el gobierno mantuvo un silencio total hasta el lunes pasado. En este marco, el ministro de exteriores Salah Din Mezuar reconoció en el Senado el lunes pasado que la filtración de los documentos es una “maniobra vil de los servicios secretos argelinos para atacar a Marruecos en la cuestión del Sahara Marroquí”.
En su rueda de prensa semanal de cada jueves después del consejo de ministros, el portavoz del gobierno Mustafá Jalfi confirmó que Marruecos ha sido víctima de una operación de espionaje, apuntando a Argelia como responsable. Por el momento Argel no ha respondido.
Sin embargo, el portavoz no anunció si el gobierno va a abrir o no una investigación oficial sobre esta filtración y tampoco la oposición solicitó la creación de un comité para investigar políticamente, mientras que nadie pide la dimisión del jefe de los servicios secretos marroquíes Yassin Mansouri.
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