Suecia quiere revisar su postura en el conflicto del Sahara y Marruecos le exige respetar la labor de la ONU

Un cartel que anuncia una actividad en el parlamento sueco a favor del Polisario

Marruecos está muy preocupado por la postura de Suecia en el conflicto del Sahara que califica de inaceptable por defender al Frente Polisario, y está ejerciendo presiones políticas y económicas sobre este país escandinavo.

Suecia es el primer país europeo que no oculta su voluntad de reconocer en el futuro a la república saharaui RASD proclamada por el Frente Polisario. En este marco, el gobierno encargó a su embajador en Túnez y Libia, Frederick Floren realizar un informe sobre el estado actual del conflicto y las recomendaciones para tomar decisiones en el futuro.

Frederick Floren efectuó una gira a Marruecos, Argelia, Mauritania y los campamentos de Tinduf entre mayo y junio pasados, además de encuentros con políticos y ONGs que se interesan por este conflicto.

El gobierno de la izquierda encabezado por Stefan Lofven anunció en marzo pasado su intención de revisar la postura de Suecia en el conflicto del Sahara. Los dos partidos que forman el gobierno actualmente, los socialistas y los verdes lograron, cuando estaban en la oposición, una votación del parlamento que reconoce a la RASD. El mismo parlamento acoge el día 15 de octubre en curso  una jornada de apoyo al Polisario organizada por el partido socialista que encabeza el gobierno actualmente.

En el caso de reconocer a la “RASD”, esto significaría un duro golpe diplomático para Marruecos en este conflicto porque Suecia va a ser el primer país europeo y Occidental que toma semejante decisión y podría animar a otros como Noruega, Finlandia y Dinamarca a seguir el ejemplo.

Además, la postura de la Unión Europea por el momento en el conflicto del Sahara consiste en apoyar a la labor de Naciones Unidas ONU. Suecia podría ser el primer país en alejarse de esta postura, al igual que hizo cuando fue el primer país de la Unión Europea en reconocer al Estado Palestino.

De hecho, los países escandinavos adoptan una política en el conflicto del Sahara considerada por Marruecos “muy hostil”. Por ejemplo, rechazaban (excepto Noruega) el convenio de pesca entre la Unión Europa y Marruecos por incluir las aguas del Sahara. Y paulatinamente, están rechazando distribuir los productos que vienen del Sahara.

El ministro marroquí de exteriores Salahdin Mezuar declaró hace días que Marruecos ha advertido al gobierno de Estocolmo que esta política es inaceptable y responderá con medidas semejantes.

Paralelamente a esta advertencia, anuló la inauguración de la planta de la compañía sueca Ikea en Casablanca, al mismo tiempo organizó una manifestación ante la embajada de Suecia en Rabat para denunciar la postura de este país en el conflicto del Sahara.

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