El fin del sueño político americano en Marruecos, el culpable: el conflicto del Sahara

El presidente Barak Obama y el rey Mohamed VI

El fin del sueño americano en Marruecos,  no se refiere a la inmigración, los marroquíes inmigran poco a éste país y prefieren Europa, sino de otro tema, el conflicto del Sahara. Ello se debe  a la decepción reinante en el seno de la clase política y mediática en Marruecos después de la postura estadounidense en el conflicto del Sahara.

En los últimos años, Washington presiona a Marruecos en el tema del Sahara. El borrador de la última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que fue probada el 29 de abril 2016 ha sido redactado por la embajadora estadounidense Samantha Power. En el mismo, se exige a Marruecos el regreso de los miembros civiles de la misión del MINURSO, el respeto a los derechos humanos en el Sahara así como descartó la propuesta de la Autonomía como solución ofrecida por Marruecos.

Históricamente, Rabat siempre confirmaba que Washington apoyaba a Marruecos en el conflicto del Sahara, y señalaba que los estadounidenses preferían la autonomía como solución al conflicto y no al referéndum de la autodeterminación.

Sin embargo, la realidad política está siendo bastante chocante para los marroquíes, es que están descubriendo que EEUU se está convirtiendo en el país que más problemas está causando a Marruecos en el conflicto del Sahara.

El propio rey Mohamed VI no dudó en insinuar el 20 de abril de 2016 que la postura de Washington, hostil a los intereses de Marruecos en el Sahara, forma parte de una conspiración internacional en el marco de la Primavera Árabe. Cuesta creer que un Rey conservador de una dinastía antigua pro-Occidental mantenga un discurso semejante al ex presidente venezolano Hugo Chávez, pero así es. En general, los EE.UU estos días en la prensa marroquí y las declaraciones oficiales es sinónimo del enemigo político que quiere quitar el Sahara a Marruecos.

Rabat critica a Washington por no tener en cuenta que Marruecos ha sido el primer país en el mundo en reconocer la independencia de los EE.UU, ocurrió el 20 de febrero de 1778. Y también se extraña que Marruecos se alineó en la guerra fría con Washington,  y ahora los estadounidenses adoptan una postura hostil en cuanto a la unidad territorial marroquí.

Sin embargo, Washington y durante las últimas décadas, con presidente republicanos o demócratas, nunca se pronunció  a favor del Sahara occidental marroquí.

La administración estadounidense durante la época de los presidentes Carter, Reagan, Clinton y Bush padre, defendió el referéndum de la autodeterminación, porque Marruecos aceptaba entonces este instrumento político como solución. En el 2001, Marruecos rechazó el referéndum y apostó por la Autonomía, en esta fecha empezaron los problemas entre Rabat y Washington sobre el Sahara.

En el 2003, la administración Bush hijo estaba a punto de imponer a Marruecos el Plan Baker II como solución  a la cuestión del Sahara a pesar de que el conflicto del Sahara se abordaba en el marco del Capitulo Seis. El Plan consistía en una autonomía de cinco años y posteriormente la celebración del referéndum. La prensa marroquí en el verano de 2003 reflejaba el malestar de Rabat en cuanto a la sorprendente postura del embajador estadounidense John Negroponte. ante esta situación, Bush envió una carta al monarca Mohamed VI subrayando que Washington no impondría en el futuro una solución contra la voluntad de Marruecos.

Con la administración de Obama, la situación se ha vuelto bastante difícil para Marruecos. Por una parte, responsables como John Kerry y Susan Rice, ministro de exteriores y Consejera de la Seguridad Nacional respectivamente defienden la autodeterminación. Y  por otra parte, la embajadora estadounidense en el Consejo de Seguridad Samantha Power hace prevalecer el tema de los derechos humanos en el conflicto. En el 2013, Washington quiso conceder al MINURSO la vigilancia de los derechos humanos en el Sahara.

Otro dato preocupante más, las relaciones de Marruecos con Washington se han deteriorado aún más en el tema del Sahara cuando el enviado especial del Secretario General de la ONU para el Sahara es estadounidense. Es el caso del ex enviado James Baker, ex ministro de exteriores, y el actual enviado Christopher Ross.

Resulta que Washington nunca reconoció al Sahara como territorio marroquí, eso sí, nunca quiso ejercer una presión sobre Marruecos, incluso de vez en cuando alababa la propuesta de la autonomía. Sabía que la pérdida del Sahara podría poner fin a la monarquía en Marruecos, así lo desveló el ex embajador estadounidense en la ONU, John Bolton en su libro Surrender Is not an option.

La administración marroquí siempre interpretó esto como un apoyo indirecto a la postura estadounidense. Ha sido un error de evaluación. En la actualidad, los marroquíes se han despertado del sueño americano averiguando que la realidad es otra y que es: EEUU no está al lado de Rabat en este conflicto.

En suma, EEUU se ha convertido en un enemigo ante los ojos de los marroquíes, y la administración de Rabat busca nuevos aliados, Rusia y China. Lo anunció el propio Rey en su discurso el 20 de abril 2016.

Por lo tanto, estamos ante: El fin del sueño político americano en Marruecos, el culpable: el conflicto del Sahara.

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